Sergio Vidal es un rico muy pobre que se las arregla muy bien. El diseñador de Gibraleón está haciendo de su vuelta a las pasarelas una de las más fascinantes que se recuerdan: Aún no se ha vuelto loco, aún no ha creado unos estilismos que fascinarían a cualquier aspirante a representar a Ucrania en Eurovisión, aún no ha vuelto a su flamenca transgresora que no entendía de criterios comerciales y se entregaba al 100% al espectáculo de la moda. Nada de eso: Sergio aún no ha llegado a ese punto que está dibujando este camino de vuelta. Pero mientras, parada a parada y antes que llegue el momento de desmelenarse, sigue haciendo ‘Lo que le sale del moño‘ con sus nuevas creaciones.
Y para este 2016 lo que nos trae es una propuesta con pocos volantes pero mucha inspiración flamenca, jugando con cierta inspiración ochentera de señoras bien, señoras fetén capitalistas chochocentristas, del Almodovar post Mujeres Al Borde De Un Ataque De Nervios o de una movida madrileña más colorista que decadente y con lunares que, unidos al moño del título, ensalzan la versatilidad que puede llegar a tener la España Cañí más kistch. Porque esta colección es kistch y se reconoce a sí misma con esa condición sin tomarse excesivamente en serio ni buscando sentar cátedra. Eso, llevado al fitting y a la pasarela se transforma en buen rollo, en diversión, en empatía con el receptor, en zapatillas deportivas, camisas de volantes, pantalones de encajes, faldas de lunares, flamencas de flores estampadas y un equilibrio entre lo hortera y lo puto más que convence y engancha. En una palabra: trash.
Sergio con esto no buscará la aceptación del público, quiere divertirse haciendo lo que más le gusta sin miedo al que dirán, quiere hacer flamencas que lleven en la costura esa alegría que siempre contagia la moda regional. Diría incluso que sus dos últimas colecciones lo que buscan es recuperar a su público por la vía comercial aunque sin renunciar a lo personal e irreverente. Sea como sea, es apasionante ver como está luchando por volver y como lo intenta paso a paso hasta… quien sabe, volver a sus locuras que tantos esperamos.
En líneas generales: Sergio Vidal juega con sus diseños aflamencando cada una de sus propuestas de calle o fiesta y dando también unas ideas en forma de volantes y trajes que mantienen la elegancia y el buen hacer de la moda flamenca dejando las estridencias solo en la actitud de quien lleva cada diseño.
Destacamos: el cementerio está lleno de gente que se tomó a sí misma demasiado en serio.
Ahora suena: Las Bistecs, ‘Señoras bien’.
Nuestra selección: nos quedamos con el conjunto de tul negro y falda en blanco de lunares naranjas, el dos piezas de camisa blanca de volantes y la falda de volantes con flores estampadas o el traje con volantes al escote y cintura.
Puedes contactar con el diseñador por Facebook.
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